'El Asombroso Hombre Lobo', Kirkman duerme en sus laureles

En más de una ocasión he hablado del auge cíclico de historias sobre seres fantásticos de corte vampírico y licántropo. Son, junto con los zombies e infectados, los clásicos de ayer y hoy que probablemente perduren hasta que a algún auténtico visionario le dé por crear un nuevo tipo de ser que sea capaz de destronar en popularidad la hegemonía del triunvirato terrorífico por excelencia. Mientras esperamos ese ansiado día nos tenemos que conformar con variaciones sobre una partitura manoseada por infinidad de autores, dando ocasión a infinidad de obras, algunas buenas y algunas menos.
En esta ocasión la historia va sobre hombres lobo. Robert Kirkman y Jason Howard nos presentan ‘El asombroso Hombre Lobo’, la historia de Gary Hampton, un CEO que es atacado por un hombre lobo. Ante el descubrimiento de estos nuevos poderes decide usarlos para el bien bajo la supervisión y entrenamiento de Zechariah, un vámpiro. Pero no todo le va bien, ya que pronto su vida empresarial y familiar irá sucumbiendo.
‘El Asombroso Hombre Lobo’ es una de esas historias que podríamos considerar “del montón” lo cual da una rabia terrible estando este cómic firmado por Robert Kirkman, cuya serie ‘Los Muertos Vivientes’ está muy bien vista por los aficionados y por la crítica. Revalorizando, además, otros trabajos suyos destacables como ‘Invencible’. Por alguna razón Kirkman se desinfla mucho fuera de esas dos series. Es decir, su etapa en Ultimate X-Men fue olvidable cuanto menos y de Marvel Zombies mejor no hablar porque me pareció un auténtico farol. Siendo estas dos series de Marvel uno piensa en que la culpa era además de la injerencia editorial, pero con ‘El Asombros Hombre Lobo’, estando editada por Image, esa excusa no sirve. Ojo, que con esto no quiero decir que el tomo sea malo, solo que no está a la altura de sus obras magnas, llegando a pensar que Kirkman se duerme en sus laureles.
¿Por qué no es malo? Porque Kirkman nos presenta una historia sencilla, con un guión simpático pero con un toque oscuro, presentando poco a poco los elementos que dotan a la historia de cierta profundidad, y eso a mí me parece bueno. El dibujo es bueno, en esa línea ‘cartoon’ que siempre da buenos resultados y en este cómic no es ninguna excepción. Pero como ya he dicho estas características sólo salvan un poco la historia, ya que por lo demás no hay mucho donde rascar. Kirkman peca en exceso de simplista, no sé, echo de menos algo más de consistencia en la historia, y de algún elemento que mantenga al lector el interés por la historia.
En definitiva el tomo editado por Planeta es entretenido y se lee rápido, pero… ¿te deja con ganas de más? No. Te deja simplemente con una curiosidad latente, pero no hace que arda en deseos de saber cómo continua la historia. Si me preguntan si leeré el segundo tomo cuando salga, probablemente diré que sí, aunque sólo por inercia